Tanto si eres de las que cambia de armario cuando hay un cambio de estación o de las que lo tiene todo más o menos a mano durante todo el año, seguro que te echas las manos a la cabeza y estás casi todo el día frente al armario cuando toca ordenar, arreglando, deshaciendo, doblando y desempolvando prendas que ya ni usas, pero siguen ahí, "por si a caso..."
La verdad es que los pantalones de campana dicen que vuelven a estar de moda, puede que haya alguno en alguna parte de tu armario ¿no? pero es hora de ponernos al lío de una vez por todas y acabar con ese desorden. Sigue estos consejos que te harán la vida más fácil.
1. A la hora de ordenar tu armario lo primero que tenemos que hacer es ver lo que realmente hay y deshacernos de todo lo que podamos prescindir. No queremos ocupar espacio con prendas que ya no usamos, ese espacio es valiosísimo y esa prenda puede ser usada por otra persona que seguro que hará más falta que a nosotros. Ropa de tallas que ya no es la que tenemos, bolsos que hace siglos que no usamos, cinturones algo regastados y que nos recuerda a nuestra adolescencia, pañuelos demasiado hippies que ya no van con nuestro estilo, ropa interior que acumulamos y que realmente tenemos otras en mejores condiciones... Todo fuera, nos quedamos con lo que realmente usamos.
2. Principalmente hay dos formas de organizar tu armario: Por colores o por prioridad. Si lo organizas por colores quedara muy bonito a la vista, pero corres el riesgo de que parte de esa ropa no la uses con tanta frecuencia como otra, y al estar sacando y metiendo ropa al final se desorganice o se vaya escondiendo y cuando quieras ponerte algo esté al final del armario como un acordeón.
Mi sistema favorito es por prioridad. Organiza tu ropa según le des uso, así cuando tengas que coger algo tocarás solo una parte del armario sin correr el riesgo de desorganizar nada más. Coloca junta la ropa de trabajo, los vestidos los pantalones, las camisas y las camisetas y jerséis bien doblados en los estantes.
3. Si tienes la posibilidad, coloca un mueble con cajones dentro del armario. Crearás espacio para meter ropa interior, cinturones, pañuelos, bufandas... Utiliza separadores, son muy útiles para encontrar todo a la primera, ya sea unos calcetines o un collar. Si no tienes espacio, pon una cómoda exterior al armario, puedes usarlo también como tocador y colgar tus complementos más vistosos para darle gracia, o como escritorio. Reserva uno de los cajones para las sábanas.
Y hablando de encontrar, para los armarios de tus hijos, coloca pegatinas con dibujos de lo que contiene cada cajón, así te aseguras que todo está en orden, o debería, y de preguntas del tipo "¡Mamá, ¿dónde están mis calcetines?"
Usa también cajas o cestas para los bolsos. Ponlos en vertical, de manera que sea posible verlos todos a la vez y coger el que necesiten.
Y para los zapatos, conserva sus cajas y apílalos, o compra cajas transparentes de manera que puedas verlos sin necesidad de estar sacando uno por uno.
4. Usa las puertas para colgar organizadores, siempre que éstos no arruguen ni estropeen la ropa que haya colgada.
5. Usa las anillas de las latas para multiplicar por 2 las prendas que puedes poner por espacio de una percha, y usa perchas con pinzas para colgar las botas.
6. Instala barras deslizantes para colgar pantalones, de esta manera los verás mejor y no tendrás que usar una percha para varios pantalones.
7. Te aconsejo que tanto trajes como vestidos que no uses en tu vida diaria, los pongas aparte y que los cubras con un plástico, al igual que las prendas de piel y abrigos, cuélgalas con perchas de tela para no dejar marcas. Además si el traje o falda va a acompañada por una parte de arriba, ponlo todo junto y cuando llegue esa ocasión especial lo tengas todo bien localizado y a punto para ponértelo.
¡Próximamente más consejos para aprovechar tus espacios!
Observa & Decora
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