Cuando hablamos de color en decoración, en general buscamos el más luminoso, el más acogedor o el que mejor sensación nos sugiere en relación al resto de la paleta de colores que estamos utilizando. Es aquí donde el negro es el gran olvidado en muchas ocasiones, sin darnos cuenta lo que puede aportar a nuestros espacios.
Es verdad que es un color que absorbe toda la luz y hay que tener especial cuidado si la habitación es pequeña o no cuenta con demasiada luz natural, pero el negro puede ser el color más elegante que puedas encontrar si lo utilizas de la manera correcta, si tienes en cuenta la cantidad de luz y si colocas los objetos adecuados en el sitio adecuado.
Seguro que estás deseando observar a qué me refiero e imaginarte una de tus habitaciones de casa aplicando este consejo.
La mezcla del negro con el blanco puede resultar muy moderna o minimalista. En este comedor, han utilizado suelos oscuros, una larga mesa oscura y al final de ella, como si quisieran alargarla hasta el infinito, han pintado un fondo negro. A algunos de nosotros con solo esta descripción nos podría resultar que hay demasiado color negro, ¿pero qué ven tus ojos? Luz. Las paredes blancas, junto con las sillas y el uso de objetos decorativos, como la lámpara, transparente y cristal, hace elevar a la máxima potencia la luz, lo que hace que el negro sea un toque elegante, sofisticado... Esa es la clave.
Este ejemplo me parece hecho por un mago. La pared totalmente negra hace que los objetos que contiene parezcan flotar. El rojo de los objetos, el cristal y sobretodo el color crema de la chimenea y textiles, son los puntos de luz que necesitamos para que no parezca que estamos en una cueva. ¿El resultado? un espacio elegante donde relajarse sin miedo a que aparezcan murciélagos.
Este es otro ejemplo de que el negro no debe ser un tabú en decoración: Pared oscura, mezcla de textiles en colores oscuros y algún punto de claro, sillón oscuro ¿Cómo funciona? La composición de cuadros con fondos blancos, esa es la clave. El negro potencia la luz de ese blanco que envuelve a las imágenes, porque el negro puede oscurecer, pero también puede potenciar la luz en su contraste.
El negro tiene mucha fuerza, así que normalmente se le rebaja con blanco o con madera en tonos claros. La madera es un neutro y junto con el negro crea espacios tan modernos y acogedores como este.
El uso de espejos, así como de objetos de cristal, como en este caso la lámpara de araña, la madera oscura pero con reflejos y la alfombra clara, hacen de este espacio un lugar tradicional, pero a la vez moderno, con estilo y personalidad, pero sobretodo, no resulta oscuro habiendo utilizado el negro. Podría ser el salón de Mario Vaquerizo perfectamente.
Junto con el dorado, el negro se vuelve glamuroso, como del Hollywood de los años 50. El negro de las cortinas, apliques, marcos y suelo, son el toque que necesita el dorado y el blanco, el complemento perfecto.
Esta composición tipo loft industrial con muchos detalles en negro, también incluyen blanco y dorado. El resultado es una decoración algo masculina, con clase y elegancia.
Moraleja: No te olvides del negro, puede ser, no solo decorativo, también útil. Aumenta los puntos de luz remarcándolos, junto con el dorado derrocha glamour y junto a la madera es acogedor. Pero sobretodo no debe faltarte luz.
Observa & Decora
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