Siempre
decimos que el color hay que tratarlo con cuidado, usar neutros tanto en
pared como en los objetos que componen la habitación, tener en cuenta
la luz, el espacio que disponemos, etc. Pero pongamos por caso que una
vez terminada, la habitación te parece sosa, demasiado seria, no hay
nada que rompa con la monotonía.
En
este post vamos a ver cómo y dónde añadir color a los espacios para que
rompan esa monotonía del neutro que a veces no nos resulta nada
divertida pasado el tiempo.
Os presento un espacio que podría ser el que estamos cuestionando.
La paleta elegida en un principio es bastante neutra. Tonos piedra, negros, algo de amarillo, blanco, crudo...La ventana parece que es muy grande y podría entrar bastante luz. Realmente no es tan complicado como puede parecer. Es buena idea empezar con una base neutra en la que podamos dejar volar la imaginación, siempre siguiendo las reglas del color, así nos irá mejor.
¿Dónde poner color? Ya hemos visto que podemos pintar o empapelar muebles, pintar o empapelar alguna pared, colocar alfombra con textura si el espacio nos lo permite, tapizar, colocar cojines nuevos, cortinas, láminas, complementos que den vida a la habitación...
No utilices más de dos o tres colores para los complementos e intenta que no domine ninguno en el espacio, piensa en equilibrio.
Aquí te muestro el espectacular cambio de esta habitación que ha conseguido alegría, luz y vitalidad. ¡Observa!
Aunque en este ejemplo han cambiado el mueble bajo la ventana, el sofá y la mesita de centro, realmente el cambio no tiene nada que ver con el cambio de mobiliario, sino por el color que se ha añadido. Es muy atrevido, pero quédate con la esencia: El color ha resucitado (casi literalmente) la habitación con solo añadir notas en diferentes tonos.
Así a simple vista se puede ver qué colores son los elegidos para
este cambio: Azul, rosa, amarillo, y verde kaki como color invitado.
Se ha mantenido la pintura color neutro de la pared, pero han colocado papel pintado en la zona del sofá. Para que destaque aún más, han elegido un sofá color verde kaki y cojines animal print de zebra, rosa fucsia y azul. Alfombra blanca que aporta bastante luz teniendo el cuenta que el sofá tiene un tono oscuro. Bajo la ventana, flanqueada por visillos azules, un par de sillas estilo Acapulco con cojines en los tonos elegidos para esta inyección de vitalidad. Y por supuesto plantas de hojas verdes.
Todo funciona. El verde del sofá hace resaltar el papel, pero a su vez la alfombra blanca hace resaltar el sofá, algo que no habría conseguido con el papel. ¿Lo ves? Notas de color también sobre la pared con láminas tonos celestes, rosas, negro y blanco, los colores que componen el espacio.
Quédate con la esencia, insisto. Observa cómo se ha conseguido transformar. Este mueble ha sido empapelado igual que la pared. Era totalmente negro así que el objetivo de darle relevancia: conseguido. Sobre él han elegido objetos decorativos que siguen la línea de colores; azul, amarillo y toque de rosa.
Sobre la mesa de centro sigue la misma dinámica. Azul, amarillo y toque de rosa. Desde esta perspectiva podemos ver que la chimenea la han tapiado con troncos mientras no se vaya a usar y queda bastante bien, y han quitado el cuadro oscuro que había encima de la chimenea, en su lugar han colocado un espejo-sol, todo un acierto. También a un lado descubrimos que han tapizado el sillón negro en amarillo y le acompaña un cojín azul y blanco. Desde luego, pueden parecer demasiados colores pero todo funciona porque hay equilibrio.
Lo último que tengo que aportar, es la función que tiene el uso del espejo, cristal y el color dorado. La luz que entra por la ventana incide sobre el metal y el espejo multiplicando la luz, lo que da un "efecto lujo" además. Por lo que respecta al cristal, es un material que visualmente "no ocupa espacio", así que es muy apropiado usarlo en mesas de centro.
Sin duda, las opciones perfectas. Me encanta como funciona, como se ve, su vitalidad... un 10.
Observa & Decora
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